domingo, 27 de septiembre de 2009


La pobreza del fútbol argentino es un hecho que salta a la vista de todos. Y en cuanto a pobreza no hago referencia exclusivamente a la situación económica de los clubes sino también a la pobreza futbolística de los equipos. Las dos son graves –quizás también las dos se correspondan-, las dos se siguen adensando.
Incluso ahora que todos los partidos van por un mismo canal y que, por consiguiente, durante varias horas del fin de semana, los partidos se suceden unos a otros, este hecho se hace más evidente. Cada vez parece más difícil permanecer delante del televisor durante los 45 minutos correspondientes a cada tiempo. Pases que no van hacia ningún lado, faltas reiteradas –que se duplicarían si los árbitros las advirtieran en su totalidad-, equipos muy retrasados en el campo de juego. Una serie de factores que hacen que el producto sea sumamente mediocre. A la vez, también existen equipos en esta mediocridad que intentan hacer las cosas de una manera diferente. Y, por suerte, los resultados se les fueron dando. Los ejemplos son conocidos por todos: Lanús, Estudiantes, Vélez. Tres equipos que en los últimos años vienen siendo los protagonistas, los campeones –tanto en el torneo local, como en copas internacionales-, que vienen manteniendo una línea de conducta en su hacer que los lleva a tener un presente por encima del resto. Los opuestos son, por ejemplo, Boca y River. Considerados los clubes más grandes de la Argentina por infraestructura y por títulos logrados hasta la actualidad. Sin embargo los malos manejos y el total desinterés en las acciones llevadas a cabo nos muestran hoy, como cara visible de esta destrucción, a dos equipos que atraviesan momentos futbolísticos delicados al extremo. Unas preguntas que podrían surgir de esto son: ¿Hasta dónde va a llegar esta situación en el fútbol argentino?, ¿Durante cuánto tiempo más los clubes serán vaciados? Decididamente sin un cambio radical en las posturas de cada club y de la dirección general de todos los clubes, en vistas a un futuro promisorio, la situación será igual o peor.
En medio de esta mediocridad trataremos de, desde este Blog, comentar las cosas que dejen los fines de semanas de fútbol. Sin meternos de lleno en las polémicas idiotas o los temas banales de los que se encargan día a día los principales medios deportivos del país, trataremos de sustraer un análisis de algunos partidos y de hablar un poco más de fútbol. De la parte que nos hace felices y de la otra que nos apena e indigna tanto.

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